Superman los tiene bien puestos
Ayer leí que los productores de la nueva película de Superman van a retocar digitalmente todas las escenas donde el actor sale embutido en su uniforme rojo y azul. Nada que objetar, a priori, sobre todo porque últimamente es el pan de cada día en las producciones de Hollywood pasar todo por los discos duros de los megaordenadores para que todo quede más chachi piruli, y, de paso, justificar gastos para que los de siempre puedan embolsarse las comisiones y dietas pertinentes.
Hasta aquí, bien.
Entonces sigues leyendo y te llevas las manos a la cabeza cuando descubres qué es lo que van a retocar exactamente. ¿Los músculos de los brazos y del pecho para que luzca más cachas (como en los últimos tebeos)? ¿El pelo para que no se le mueva cuando vuela? ¿La capa para que no se note que el actor está suspendido ante una pantalla azul? No, nada de eso: le van a digitalizar el paquete. Eso mismo, sus partes pudendas, el calvo del sótano… Pene y testículos, para que nos entendamos.
(¿Qué? ¿Es eso posible? ¿Se ha vuelto loco el autor de la bitácora?)
Pues no, nenes y nenas, nada de eso. La noticia ha sido confirmada. La problemática reside en que, o resulta que el actor está muy, pero que muy bien dotado, o es que los de vestuario le han confeccionado unos calzoncillos rojos de dos tallas menos de lo que le corresponden. Porque, al loro, cuando realizaron el primer pase privado para los productores, éstos cayeron en la cuenta de que estaban más pendientes del bultaco del nota que del resto del argumento o de los efectos especiales (que, por cierto, les habían costado una pasta). Resultado: a borrar, señores, a reducir tan esplendidos atributos, no vaya a ser que en las salas de cine ni se enteren de la película (no pun intended) por un quítame allá ese mondongo.
Opinión personal: Cada vez me atrae más mi vieja idea de colonizar Marte de forma unilateral.