La Frontera, esa dimensión desconocida.
Llevo ya más de diez años viviendo en este lugar apartado del tiempo. Mucho me temo que, a no ser que me toque una buena primitiva que me permita volver a mi paraíso particular, Cádiz, es muy posible que mi vida acabe aquí (no mi cuerpo, mi cuerpo acabará dispersado en la Bahía, como está mandado, para que cualquiera de ustedes tenga el honor de degustarme cuando se coma una caballita asá). Creo, por tanto, que deberían conocer algunas de sus extrañas características con las que tengo que lidiar cada día. Llamémosles Axiomas.
Axioma Uno: Todo el mundo, es decir, el planeta entero, está equivocado. Sólo ellos, los habitantes de La Frontera, tienen razón.
Axioma Dos: Como corolario al Axioma Uno, todo el mundo, es decir, el planeta entero, les odia por sistema.
Axioma Tres: Los taxis no tienen que deambular por las calles ni estar estacionados en las paradas, eres tú el que tienes que buscarlos o llamarlos por teléfono, con lo que te clavan dos o tres leuros más por la molestia de desplazarse hasta donde tú estás. Estaría bueno, ompare.
Axioma Cuatro: Su equipo de fútbol es el mejor equipo de fútbol del mundo. Si no están en la Champions es debido a un corolario del Axioma Dos, y porque los árbitros les odian.
Axioma Cinco: La suya es la mejor Feria del mundo, el resto son sólo burdas copias (incluyendo la de Sevilla).
Axioma Seis: Su carnaval es el mejor carnaval del mundo (incluyendo al de Cádiz, Río de Janeiro, y Santa Cruz de Tenerife).
Axioma Siete: Su Semana Santa es la mejor Semana Santa del mundo (incluyendo a la de Sevilla). Si los turistas no vienen más a contemplar la belleza de sus tallas es a causa de un corolario del Axioma Dos.
Axioma Ocho: Su Hipercor es el Hipercor más grande de España. Si el resto de los ciudadanos españoles no lo vemos es porque padecemos un defecto óptico congénito que nos impide captar las dimensiones reales de las cosas en su justa medida.
Axioma Nueve: El transporte público está para recorrer la ciudad, no para llevarte del punto A al punto B en el menor tiempo posible. El hecho de que una de las líneas tarde más de tres horas (esto es real) en hacer un recorrido circular que dura apenas quince minutos en coche o en taxi (si es que pueden pillar alguno) es un dato completamente irrelevante.
Axioma Diez: Los domingos no abren bares ni restaurantes, sólo los de guardia. ¿Para qué? Los domingos hay que dejar la ciudad abandonada, no me pregunten por qué.
[Más en próximas entregas]