Por si no lo saben, pues ahora se lo digo, soy el Coordinador de Enseñanzas Bilingües de mi instituto. Me encargo de la formación del profesorado, de la clasificación de los grupos, de las líneas metodológicas que han de seguirse en las distintas áreas de conocimiento, y de elaborar el currículum integrado. Esto último es, citando a aquél, el Arca Perdida de la docencia: el/la que lo encuentre, pues que me avise de inmediato.
Lo comento aquí porque esta mañana hemos estado en Sevilla durante unas seis horas debatiendo sobre cómo llevar a cabo estas cuestiones. Yo lo veo claro, y mis compañeros de proyecto también, pero allí nos hemos dado cuenta de que no todo el mundo comparte esa optimista visión de la realidad. Uno podría pensar que es a causa de las excesivas cargas horarias, o de la ratio de los grupos, o del bajo nivel que presentan los alumnos en lo que a materias lingüísticas se refiere. Lo que me deja alucinado es que todos los problemas vienen porque hay una gran mayoría de compañeros que se niegan, así por sistema, a cambiar sus métodos de trabajo, a intentar nuevas aproximaciones, a despojarse de viejos escollos que, lo reconozcamos o no, cada vez nos alejan más del pan nuestro de cada día, es decir, nuestros alumnos.
Comprendo que es difícil, que hacer acto de contrición y observar que quizá lo que creemos bueno no es tan bueno, y que lo que creemos malo no es tan malo, supone un esfuerzo que, la verdad, a estas alturas de nuestras vidas es lo que menos nos apetece. Pero hay que hacerlo. Perdemos credibilidad, perdemos poder de convicción, nos caemos como referentes… De poco sirve quejarse de que tiempos pasados fueron mejores, aunque lo pensemos. Ha llegado la hora de que la montaña vaya a Mahoma, y mucho me temo que los que se queden atrás lo harán solos.
No tengo la panacea. Sufriremos traspiés, cometeremos errores, tendremos que responder por nuestras culpas, pero, al menos, nosotros, los que participamos en el proyecto de mi centro, lo habremos intentado. Yo, sólo con eso, me sentiré personalmente satisfecho.
[Por cierto, hoy en
Pantalla Demente: Extrañas Coincidencias]