Conil-Marbella
Aquí estoy, de vacaciones, pero igual de estresado que durante el curso (escolar, se entiende). Resulta que, comovengo haciendo desde hace ya casi veinte años, me he venido a pasar el agosto en la casita que tiene mi suegro en Conil, al sur del sur, antes enclavada en un paisaje paradisiaco e irrepetible.
Hasta que la fiebre inmobiliaria se adueñó de estos buenos pueblerinos.
Esto es un caos, no puedo decir más. Supongo que de aquí a nada empezarán a rodar cabezas igualito que en Marbella, porque es evidente que se pasan la Ley de Costas y los terrenos urbanizables por los putos cojones.
Es tan absolutamente increíble que mañana escribiré otro post para descerrejarme la indignación, que ahora no puedo.