
Incluso si no os habéis leído el libro (algo comprensible: no es una lectura fácil), incluso si no sabéis quién era Philip K. Dick, su autor, incluso si no os gustan las vanguardias, o el cine... incluso así, no podéis dejar de ver esta película.
Acabo de terminar su visionado y todavía estoy temblando. Vale, soy un fan absoluto de Dick, he leído la novela unas cuantas veces, conozco la historia lo suficiente como para haberme dedicado durante casi dos horas a, literalmente, flipar con una alucinación visual y estética que hubiera complacido sobremanera al viejo Philip (que murió, por cierto, tras una sobredosis de pirulas a la temprana edad de 52 años intentando convencer al mundo de que había visto a Dios y que éste le había revelado que vivíamos en una realidad alterada, pero que no podíamos darnos cuenta porque habíamos cambiado con ella).
Nada de eso importa, creedme.
La película es fiel al libro, y cuenta las desdichas de unos personajes arrastrados por una sociedad que está sólo a siete años de nuestro propio tiempo, una California marginal y demencial que atrapa a sus habitantes en una tela de araña de locura y desenfreno que conducen irremediablemente a la destrucción total. Es un film complicado, con una estética de vanguardia (aunque no tanto: ya se usó en la primera versión de "El Señor de los Anillos" allá por 1978) que mezcla la imagen real con la animación por ordenador, lo que le permite reproducir fielmente los delirios que los personajes padecen a lo largo y ancho del metraje, desde el terrorífico delirium tremens de la primera escena (realmente desagradable) hasta la espiral de locura que va envolviendo al protagonista, interpretado por Keanu Reeves en una de sus mejores actuaciones...
Está bien, no es bueno ser demasiado apasionado (ni estar demasiado implicado) al hacer la crítica de una película. Yo sólo os la recomiendo: vosotros ya sois mayorcitos pra emitir vuestros propios veredictos.
Un saludo.