
Después de innumerables años sufriendo las pajas mentales y desgracías varias de un número considerable de PC's, tras llevar dos años soportando el fascismo linuxero de la Junta (las cosas se hacen bien o no se hacen: no tengo nada contra Linux, sólo contra la distribución y organización que se han montado nuestros prebostes), he decidido pasarme al Mac. Y creo que no me arrepentiré nunca, porque, hasta el momento, me está dando todo cuanto le pedía a un ordenador: rapidez y sencillez. No hay virus (esto es matizable, pero generalicemos: no hay virus en plan PC), todo está donde tiene que estar y, además tiene unas aplicaciones chulísimas, por no mencionar que todos los programas Windows (los de uso cotidiano, me refiero) tienen su contrapartida Mac.
Y algo mucho mejor: toooooodo el ordenador está en la pantalla. No cables, no torre dando por culo con su ronroneo insoportable, no instalaciones complicadas. Creo que soy libre y que en mi despacho hay silencio por primera vez en mucho tiempo.
En la foto tienen al niño. Gracias a V. por su insistencia. Confieso públicamente que tenía razón.
PS.- Manu, por una vez y sin que sirva de precedente, en algo soy más pijo que tú :))))